La historia detrás de la prenda más minúscula y sexy del planeta, la tanga

Sabemos que muchas mujeres aman la comodidad y sensualidad que otorga una tanga, huelga decir que los hombres, todos y sin excepción alguna, aman que las féminas porten esta prenda, pero ¿algunas vez te has preguntado sobre su origen e historia? En Dress Code te la contamos. 

                                   

Cabe señalar que entorno a esta prenda interior existen varias historias sobre su origen, el cual se remota al taparrabos que algunas tribus antiguas, tanto de América latina como de África, portaban para cubrir sus partes. En este caso podemos mencionar que muchos atribuyen su origen a los tupí que las indígenas brasileñas usaban en la parte de sus genitales, mientras que otras personas consideran que la tanga viene de Tanganica, una antigua república situada en el continente africano, lugar en donde los nativos portaban una prenda similar para cubrirse. 

       

Por mucho tiempo se pensó que el origen de esta emblemática prenda de vestir era de Brasil, y talves parte de su apogeo y uso se dio en ese país del continente latinoamericano, sin embargo, hace unos años la periodista alemana Anja Bergelson, seducida por el tema de la vestimenta etnológica, indagó e investigó por varios años el origen de esta prenda, descubriendo detrás de ésta una historia un tanto triste.  

        

                                               

                                             

Alrededor del año 1640 el español Yáñez Iglesias y su esposa Yolanda Luccara, después de emprender un viaje alrededor del mundo en un velero, llegaron a la Isla Santa d'or. A su arribo la pareja pidió ayuda y hospedaje al jefe de los isleños, éste sin más extendió su mano al matrimonio a cambio de conceder a petición de las mujeres de la isla, el tejido de las velas de su velero, valga la redundancia. 

A las pocas horas de entregarles el tejido, las isleñas, que tapaban sus partes íntimas con conchas de mar (de ahí que a los nativos de esa isla se les llamaba cochos), elaboraron prendas pequeñas que ocuparon el lugar de las conchas, prendas que al parecer eran bastante cómodas, lo que a Yolanda cautivó y optó por utilizar una de éstas. 

       

Después de un tiempo, Yáñez y Yolanda sarparon a Brasil en donde montaron un negocio de telas multicolor para confeccionar los tongos, como se les denominó en aquel entonces. Al poco tiempo de ello, la pareja decidió que era hora de exportar los tongos a Europa, por lo que viajaron a Madrid para mostrar los tongos, modelados por Yolanda, a unos amigos. 

El rumor de dicha prenda llego a oídos de la Santa inquisición y de inmediato juzgó y condenó a la horca a Yáñez y Yolanda por considerarlos como personas inmorales. La ejecución tuvo lugar en la plaza del palacio real el primero de abril de 1660. 

   

En 1974 el diseñador genovés Carlos Ficcardi quien en aquel entonces vivía en Brasil, retomó el concepto de la tanga o el taparrabos y lo rediseñó. En ese mismo año las tangas comenzaron a hacer sus primeras apariciones como prendas de baño en las playas cariocas, sin embargo al considerarse su uso como un acto de rebeldía, fueron prohibidas dos años más tarde. 

                                           

       

Poco tiempo después de ello apareció en la escena el creativo Rudi Gernreich, de quien anteriormente platicamos en Dress Code. Rudi tomó la prenda y comenzó a comercializarla primero en Estados Unidos y luego por el continente americano, todo ello en la década de los setenta, aunque aún no era muy bien vista. 

La década de los ochenta fue clave en la historia de la tanga, pues aunque no era muy aceptada por la mayoría de la gente, muchas mujeres comenzaron a verla como una prenda que brindaba confort a la mujer, y también al hombre, y se volvió una moda, ya no sólo existía la corte brasileño también comenzaron a surgir nuevo modelos como la se hilo dental. Poco a poco a poco el uso de la tanga se fue colocando en el corazón de la gente hasta que en el 2000 ya era más que una moda. 

       

En las calles las jovencitas dejaban ver su tanga asomándose por el pantalón y las mujeres que crecieron usando las bragas tradicionales comenzaron a migrar al uso de esta prenda, dejándose seducir por la sensualidad, valga la redundancia, que esta prenda otorga. 

 

          

El lado masculino no está excento de ella, pues muchas firmas como Calvin Klein comenzaron a introducir en sus colecciones masculinas esta indumentaria, comsiderada por todos, como una de las más sexys. 

       

¿Quién imaginaría que detrás del erotismo de una tanga se esconda una historia de represión? 

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